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La misteriosa desaparición de Freddy Miller Otero, escritor, locutor, productor y director de programas radiales.

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La misteriosa desaparición de Freddy Miller Otero, escritor, locutor, productor y director de programas radiales.
La historia comienza un 5 de mayo de 1959, cuando una embarcación salió de la ciudad de Santo Domingo con rumbo hacia la playa de Boca Chica a 20 millas de distancia.

Según lo que se pronosticaba, el tiempo no podía ser mejor, ya que habría una tranquilidad del mar como nunca, un velero de diecinueve pies que transportaba al productor y director de televisión Freddy Miller y sus pasajeros (dos mujeres y dos niños), desaparecieron sin dejar rastro alguno.

Se hicieron búsquedas tanto en las aguas dominicanas como las adyacentes utilizando los servicios de rescate de la época, pero nunca se pudo siquiera recuperar los cuerpos de las cinco personas.

La historia hasta parecería un caso más de personas que por cuestiones climáticas o por desperfectos del velero se hundió en alta mar, pero el caso vuelve a la palestra publica trece años después, el 22 de septiembre de 1973, cuando Virgilio Gómez, un gerente de ventas para una de las compañías de seguros mejor conocidas de la República Dominicana, iba de camino a visitar una granja experimental, propiedad de la Universidad Autonoma de Santo Domingo (UASD), en las afueras de San Cristóbal, a 15 millas al oeste de Santo Domingo, para aconsejar a los propietarios sobre la clase de seguros que debían tener.

Cuando su reloj marcaba las 9 de la mañana, mientras Gómez se desplazaba hacia su destino, vio que una persona le hacía señas desde el borde del camino. “Pensé que lo prudente sería evitarlo”, dijo el agente de ventas posteriormente en una entrevista. “Pero al acercarme, me di cuenta que el hombre iba vestido completamente de verde y que habían dos más parados a 5 ó 6 metros de distancia del primero.

Pensando que podría tratarse de una garita militar o algún accidente, decidí reducir la marcha con cuidado. Me detuve a 10 metros de la primera persona y mantuve el motor encendido…”

Según Gómez, el hombre en el traje verde le dijo que se llamaba Freddy Miller, y que “supuestamente” se había ahogado junto con otras personas, aunque de hecho lo había rescatado un aparato moderno, “un módulo conocido por la gente como OVNI”.

Gómez señaló que el sujeto en cuestión tenía una piel grisáceo-amarillenta que resultaba repugnante, carecía de pelo, y hablaba en un tono de voz grueso y ponderoso. El cuerpo del ser estaba cubierto por un traje de una pieza color verde sin cremalleras ni bolsillos. Llevaba un gran reloj pulsera “parecido al que utilizan los submarinistas” en la muñeca izquierda.

El agente de seguros pudo ver un vehículo a medio ocultar en la maleza al lado del camino, cosa que le hizo darse cuenta de que la situación no era una broma. La nave de configuración ovalada tenía un brillo parecido al del cromo y tenía el aspecto de una pelota de fútbol americano, sin ventanas y sin remaches.

El supuesto “Freddy Miller” pasó a explicarle que tanto él como sus compañeros estaban realizando investigaciones en la “Fosa de Milwaukee“, la trinchera submarina que alcanza profundidades de hasta 8,000 m (8 km) y que forma parte de la Fosa de Puerto Rico. Los supuestos extraterrestres estaban preocupados por la posibilidad de que se produjese actividad sísmica en dicho lugar, con consecuencias devastadoras para Haití, República Dominicana y Puerto Rico.

Se le aseguró a Gómez que los alienígenas “harían lo posible por evitar el cataclismo” programado para el 28 ó 29 de octubre de ese año, y le pidieron que abandonase la zona inmediatamente. Acatando la orden del extraño sujeto, el agente de seguros se alejó del lugar, inspeccionando su espejo retrovisor para ver si podía presenciar el despegue del OVNI. De repente se sintió invadido por una sensación de temor, y aceleró hasta alcanzar su destino original.
Al regresar a su hogar esa noche, Gómez informó a su esposa y parientes del encuentro con “Freddy Miller Otero” y sus experiencias aquella mañana. La historia no tardó en difundirse entre los parientes de Gómez, y dentro de poco, el agente de seguros se vio obligado a relatar su experiencia durante el transcurso de una cena. El caso salió en los principales periódicos dominicanos. Según fuentes, Virgilio Gómez posteriormente llegó a ver una foto familiar en grupo y pudo indicar cual de ellos era Freddy Miller.
A pesar de los visos de alta extrañeza del encuentro de Gómez, es un hecho innegable que la actividad sísmica era considerable el día en que se produjo el incidente. El investigador Sebastián Robiou indicó que se produjo un temblor en la Fosa de Milwaukee pocas horas después del encuentro con “Freddy Miller”.
Pero, ¿y que hay con “Freddy Miller”? Las fotos del desaparecido deportista y productor de televisión muestran a un hombre calvo, mayor y con espejuelos que no guardaba parecido alguno con el ser que conversó con Virgilio Gómez. A pesar de sus actividades en el mundo de la televisión, el verdadero Miller carecía de experiencia significativa en tecnología radial, el motivo por su resurrección a manos de los “extraterrestres”. Aunque este caso ha caído en el olvido, ocupa un lugar de honor entre los misterios del mar.
Texto extraído del Libro de Sebastián Robiou, «Freddy Miller Otero»

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