Niños y niñas víctimas de Desastres

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Lic. En Psicología Eunice Espinosa de Ruiz
Es importante conocer algunas orientaciones en esta temporada ciclónica 2024, como lo es este tema: niños y niñas víctimas de desastres.

• Los niños y niñas en las diferentes fases del desastre.

• Pre-impacto: Los niños y niñas, al igual que nosotros, ante la inminencia de un desastre, sienten miedo, que puede llegar al pánico. Lo conveniente es, ante esta situación, mantenerlos calmados y darles seguridad de que el grupo familiar estará protegido y a salvo. Hay que decirles que se trata de un fenómeno natural que durará poco tiempo y que luego pasará todo. Ellos deben estar seguros de que estaremos junto a ellos. Que, de tener que separarnos para ir los niños a un lugar más seguro, ellos y ellas estarán protegidos.

Hay que instruir a los padres y madres para que tomen las medidas de prevención recomendadas por las autoridades y sigan los boletines de aviso.

• Durante el Impacto: Cuando llega un desastre, como un huracán, los niños y niñas que padecen de problemas psicológicos se agravan, y los que no tienen problemas, pueden hacer crisis, pues aumenta su miedo e inseguridad y las pérdidas les producen duelo, desesperanza, culpa y depresión.

Un primer problema es la forma variable que asume el cuadro psíquico postraumático en los niños y niñas, el cual variará además en función de la edad de estos. El niño que padece algún trastorno psicológico puede expresarlo con insomnio o pesadillas o quitársele el deseo de comer. A veces son irritables, sin motivaciones, inquietos, indisciplinados, hiperactivo, o incumplen sus tareas escolares.

Dada la enorme variedad de los síntomas y reacciones emocionales que pueden presentarse en los niños tras un desastre, es de utilidad que conozcamos a continuación algunas señales significativas que nos indican que en ellos puede existir un trastorno que necesite atención psicológica o psiquiátrica profesional.
• Señales en niños y niñas en edad pre-escolar que pueden indicar un trastorno:

No quiere comer, teme a la oscuridad, no puede dormir y llora, se chupa el dedo, presenta irritabilidad y confusión, pierde el control de las heces y orina, no quiere quedarse solo o presenta inmovilidad.

• Efectos psicológicos en los niños en edad escolar y en pre-adolescentes:
• Tienen dolor de cabeza u otros síntomas físicos

• Depresión
• Miedo con respecto al tiempo e inseguridad
• Confusión y dificultad para concentrarse
• Bajo rendimiento escolar
• Peleas
• Aislamiento (quieren estar solos)
• Agresividad
• Falta de apetito
• Los niños y niñas no siempre comunican verbalmente su dolor y sufrimiento
Muchas veces los niños y niñas, tras un desastre, no nos comunican su dolor y sufrimiento verbalmente, sino que estos sufrimientos emocionales los viven en silencio y soledad manifestándolos como: tristeza, desinterés, baja autoestima y miedo; y a menudo le impiden rendir en la escuela. Puede recurrir también haciendo más bajas sus defensas ante las enfermedades.

De no intervenirse adecuadamente, permitiéndole al niño o niña la expresión de sus ansiedades, sensaciones de duelo, tristeza o miedo, y aumentando su autoestima, muchos de ellos podrían padecer un trauma que se cronifique y tener repercusiones en el momento o en el futuro, en su estabilidad emocional, en su rendimiento académico y en su conducta hogareña y escolar.

Es recomendable establecer un programa de intervención psicológica en los niños afectados después del impacto de un desastre.

Esperando que estos conocimientos sean de utilidad a padres, madres, maestros y Trabajadores de la Salud Mental (T.S.M), en casos de desastres.

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