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Lecciones de sabiduría: Al maestro, con cariño llevado al cine

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De aquellos años de ado­lescencia, cuando éra­mos simples estudiantes, siempre que­dará en la memoria algún profesor que marcó un pun­to de referencia hacia un te­ma en particular o por al­gún consejo que sirvió de base para ayudarnos a esco­ger una disciplina que nos ayudará en recorrer nuestro porvenir.
Y decimos en la adoles­cencia, porque es cuando la rebeldía se manifiesta, y si no tenemos la debida orien­tación para controlarla, se podría escoger el camino equivocado.
De lo anterior se dedu­ce, la marcada importan­cia sobre nuestra educa­ción primaria en el hogar y del enlace que hagamos con nuestros profesores del co­legio, donde seremos la se­milla que germinará en una sociedad para que sea màs justas.
Cuando se estrena en 1967 una película de pro­ducción inglesa, con una canción que cautivó a una generación, evocamos en ella, un cariño y una nostal­gia por la identificación del tema hacia aquellos docen­tes perennes donde nos sen­timos complacidos.
Nos estamos refiriendo a la película y a la canción del mismo título “To Sir, wi­th Love” o mejor dicho “Al maestro, con cariño” con Sidney Poitier como prota­gonista.
En el desarrollo de la tra­ma vamos viendo a un gru­po de estudiantes rebeldes queriendo hacerle la vi­da imposible a su profesor. Le contradicen en todo. No quieren ser educados. Sus frustraciones se vuelcan en el aula. Por lo tanto, es un reto que tiene por delante.
Este profesor para ha­cer su trabajo, se ve obli­gado a realizar las estrate­gias necesarias para ganar la atención de sus alumnos. A partir de entonces, no so­lo brinda formación acadé­mica, sino, cómo enfrentar la vida de adulto en la socie­dad. Les cuenta de sus orí­genes, de sus vivencias y les habla con toda la honesti­dad posible. Narra en el au­la todo lo que ha tenido que hacer para enfrentarse a un mundo implacable que no existe premio de consola­ción para el derrotado.
La vida siempre será una caja de sorpresa donde nunca sabemos qué será de nosotros en el futuro y cuál será nuestro rumbo. Es por ello, que en nuestras vidas hemos tenido esos maes­tros que les aseguro que to­davía hoy, los recordamos con cariño y respeto. No im­porta si eran de primaria o secundaria, lo que sì sabe­mos, es que estuvieron ahí en la formación de nuestro carácter y lo agradecemos eternamente.
Este es el mensaje de la película donde se va estre­chando esa comunicación directa entre el profesor y el estudiante.
La actuación de Sid­ney Poitier es emblemática cuando se encontraba en la cúspide de su popularidad acompañados de un grupo de jóvenes actores donde el director pudo realizar una verdadera química en pan­talla para el deleite de un público diverso.
Esta película posee un guion bien equilibrado y una fotografía con colores bien matizados para refle­jar esa rebeldía y una ban­da sonora que marcó a una generación que todavía hoy la añoramos como recorda­mos con cariño a nuestros inolvidables maestros.
A todos ellos, va dedica­do esta película con mucho cariño y un agradecimien­to profundo a cada uno de esos maestros que nos mar­caron por siempre.
CURIOSIDADES
1) Se basa en la novela To Sir, with love de E.R. Braithwaithe y adaptada al cine y dirigida por Ja­mes Clavell.
2) La canción de la pe­lícula, interpretada por Lulú, alcanzó el pues­to número “uno” y fue considerada la “Canción del año” según la revista Billboard (1967).
3) La cantante “Lulú” participa en la obra co­mo una estudiante, don­de al final interpreta la canción que la lanzó al estrellato.
4) El presupuesto fue de un poco más de seiscien­tos mil dólares, y ha re­caudó la suma de unos cuarenta y dos millones de dólares a la fecha.

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